- El ministro de Economía afirma que la viabilidad del 'banco malo' depende del precio que se adjudique a los activos tóxicos… ¡pero es que se trata de activos tóxicos!
- Además, no hay mercado para esos activos… que son tóxicos.
- Por otra parte, si no va a costar nada a los contribuyentes, ¿para qué se hace el banco malo? ¿Por qué no se deja a las entidades solucionen ellas mismas el problema?
- Y todo ello, para conseguir los créditos 'blandos' de Europa. Pero son créditos, no donaciones.
- Y, por cierto, está muy bien aumentar hasta el 9% la exigencia de capital de las entidades, pero eso no hará que fluya el crédito, sino todo lo contrario.
Tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como el ministro de Economía, Luis de Guindos (ambos en la imagen), han comparecido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes. Y ambos se han despeñado por el sofisma, es decir, han intentado argumentar algo que es falso: que la reforma financiera no costará nada a los contribuyentes. Por cierto, que lo aprobado hoy no es otra cosa que las condiciones que ha impuesto Bruselas para conceder la 'ayuda' de hasta 100.000 millones de euros a la banca.
Pero volvamos a la rueda de prensa. El ministro Guindos ha explicado que el 'banco malo' debe ser viable, incluso "rentable", y que no debe generar pérdidas ni tener un coste para el contribuyente. La valoración de los activos tóxicos la hará el Banco de España siguiendo unos criterios "razonables" y que buscarán el mínimo impacto en el contribuyente, según el ministro.
El problema es que no existe mercado para esos activos. Y es que, repito, son tóxicos. Es decir, que impacto habrá con total seguridad.
En cualquier caso, si esta reforma no va a costar nada a los españoles, ¿Por qué se hace el banco mal? ¿Por qué no deja el Gobierno que sean las propias entidades las que coloquen esos activos tóxicos?
Además, la medida aprobada este viernes es la condición que impuso Bruselas para la concesión de los créditos de hasta 100.000 millones de euros a la banca. Recuerden, son créditos, no donaciones, esto es, habrá que devolverlos con los intereses, que aún desconocemos.
Y, por cierto, otra finalidad de esta reforma es lograr que vuelva a fluir el crédito a empresas y familias. Pues bien, con la medida de aumentar hasta el 9% las exigencias de capital a las entidades, se logrará que sean más solventes, pero no que den más crédito. Es más, gracias a esta medida, los créditos –tan necesarios para empresas y familias- tardarán todavía más en llegar.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com