La Junta ha decidido subvencionar a los andaluces con ingresos inferiores a los 3.000 euros mensuales, sea en alquiler o en propiedad. En definitiva, la Junta ha decidido que para solucionar el problema de la carestía de la vivienda hay que emplear dinero público.
Esa fue la pugna, a lo largo de tres años, entre la antecesora de Carme Chacón como ministra de vivienda, María Antonia Trujillo, y Solbes. Ganó el vicepresidente: la política fue más ultra-ortodoxa pero los precios se pusieron imposibles para los jóvenes.
Y la mañana no había concluido, porque Chacón iba a responder a Solbes: a ella sí le parece bien la ley andaluza.
La verdad es que Chacón está desesperada: ZP le ha nombrado ministra con la exigencia de presentar un programa electoral creíble en materia de vivienda, y Carme no da con el conejo. Por no dar, no da ni con la chistera.
Eso sí, hay una diferencia entre Trujillo y Chacón: la primera no contaba con el apoyo de La Moncloa, la segunda, sí. Siempre que consiga el conejo.