Sr. Director:

Nuestro Gobierno está muy interesado en evitar cualquier discriminación por razón de sexo y reivindicar la igualdad entre hombre y mujer.

Me parece estupendo, aunque no me parece tan bien que se intente lograr mediante cuotas, discriminación positiva y confundiendo la igualdad con una identidad que elimine las diferencias específicas entre ambos sexos.

Y lo que encuentro a faltar, es que no se procure evitar la discriminación, por razón de sexo, desde el momento de la concepción. Una vez se ha producido la fecundación, ya queda establecido por su dotación genética si el embrión es mujer u hombre.

Dado que en nuestro país ya se pueden seleccionar embriones con fines terapéuticos, ¿no facilitará ello el que se intente también seleccionar el sexo de los hijos? Si hay dinero por medio, ¿quien lo podrá evitar? Mal encuentro que, gozando cada embrión de la dignidad de persona y teniendo razón de ser en sí mismo, se instrumentalicen unos en función de otros, peor todavía, si además sirve la ley para seleccionar el sexo deseado y así dejar que mueran los embriones que no interesan.

Lluís Esquena Romaguera

llusquena@yahoo.es