Después de lo ocurrido en la junta de accionistas de Eiffage en la mañana del miércoles, tiene coña que los españoles pasemos por ser los más proteccionistas de Europa. Nada más comenzar la Junta, su presidente Monsieur Roverato decidió suprimir los derechos de voto de todos los grupos españoles, incluidos Rayet, Inmocaral y Sacyr, pero también la de minoritarios que pasaban por allí. En total, Monsieur Roverato anuló los votos de 17 millones de acciones correspondientes a 17 titulares en una compañía con 97 millones de títulos. Roverato adujo que estaban concertados –algo que no le corresponde a él decidir, sino a las autoridades francesas- y aquí paz y después gloria. Y es que los franceses consideran que la construcción es un sector estratégico para Francia, de la misma forma que lo fue el yogur cuando oparon a Danone.

Mientras, en España, PP y PSOE se dan lecciones de liberalismo el uno al otro en una batalla por Endesa que ha desangrado el cuerpo económico español.

Y en el entretanto, ZP calladito.