Si se tiene en cuenta que el diferencial con el bono alemán antes de la crisis llegó a estar a cero o incluso en números negativos, que ahora se encuentra a 260 no es una buena noticia. Sería peor, ciertamente que estuviera a 290 como estuvo en sus momentos más álgidos o incluso al nivel de Grecia, Irlanda o Portugal.
Pero resulta llamativo que ahora se pretenda que nuestro país se fije en el diferencial no con Alemania, sino con Italia o Bélgica, para poder así decir que no estamos tan mal, sino más bien siguiendo la tónica de otros países que se encuentran en una situación como la española. Eso es lo que ha hecho la ministra de Economía, Elena Salgado, quien ha afirmado que hay que fijarse con el diferencial de esos países que se mantiene constante. ¡Qué lejos queda en el recuerdo aquel arrebato del presidente del Gobierno que situó la economía de nuestro país en la Champions League de las economías mundiales! Ahora sólo queda mirar a los puestos de promoción y confiar en que los siguientes resultados no nos metan en los puestos de descenso.
Juan María Piñero
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