- En el primer trimestre del año. Y las primas a la fotovoltaica un 38%.
- El ministro Soria parece incapaz de sacudirse el yugo de la 'Triple A': Abengoa, ACS y Acciona.
- Además, el embajador norteamericano en España, metido a agente comercial. No deja de presionar al Ejecutivo para que continúe la sangría.
El diario Expansión se apuntaba el viernes una buena exclusiva: "El Gobierno prepara una megatasa eléctrica". Un impuesto que se duplica por 10 y que afectará a todos los generadores. Al tiempo, se habla en la información de una reducción de las primas a la energía solar -en concreto a la termosolar, el derroche de dinero público con la fotovoltaica se considera que no tiene marcha atrás- pero una reducción mínima, no la que precisa la reducción del déficit de tarifa cuyo principal culpable es, precisamente, las muy ecológicas energías renovables (también la eólica y la biomasa, aunque menos que la fotovoltaica y la termosolar).
¿La noticia es cierta? Sí, al menos hasta hoy, porque lo cierto es que el secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, gran partidario de cortar la sangría de subvenciones a las renovables, está perdiendo el pulso frente a un renacido Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de Moncloa y azote de las eléctricas, y está siendo relegado ante el director general de Energía, Jaime Suárez Pérez-Lucas, mucho más blando con las renovables y, en especial, con los tres grandes productores de termosolar, conocidos como la 'Triple A': Abengoa, ACS y Acciona.
El cabreo ha sido mundial entre las eléctricas y entre los productores de Renovables, pero más entre los primeros que entre los segundos, claro está. La razón es simple: durante el primer trimestre del año (cifras de la CNE), la energía fotovoltaica recibió 754 millones de euros en primas por lo que el precio del MW roza los 400 euros (energía nuclear no llega a 25), mientras que la termosolar se apuntó 147 millones de euros. Esto quiere decir que en el año de la lucha contra el déficit de tarifa, el gran reto del nuevo Gobierno, las primas a la fotovoltaica crecieron un 38% mientras las subvenciones a la termosolar lo hicieron en un 237%: una ruina. En su conjunto, las primas a las energías renovables durante el primer trimestre se llevaron a 2.129 millones de euros, un 20,8% más que durante el 'trágico' año 2011, con primas totales por encima de los 7.000 millones de euros.
Y todo ello en tiempo de caída de demanda (un 2% en el primer trimestre) y cuando José Manuel Soria (en la imagen) había anunciado una moratoria en la termosolar. No ha habido tal: siguen en activo los 2.000 MW preasignados. Y mientras, el embajador norteamericano en España, metido a Agente comercial, Alan Solomont, insiste en sus amenazas para que el desangrado Tesoro público español siga alimentado una energía imposible. La razón es muy sencilla: al olor de las subvenciones, los fondos norteamericanos financiaron la termosolar y ahora no están dispuestos a dejar de percibir sus réditos de sopa boba.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com