El responsable de Interior considera que sería la mejor forma de lavar la patética imagen de ZP dialogando con la banda

Buena señal: los proetarras se esconden. Por primera vez en mucho tiempo, los abertzales que esperaban con pancartas a Iñaki de Juana Chaos en su presunto nuevo domicilio en San Sebastián se escondían para que las cámaras no vieran su rostro. Buena señal.

La nueva estrella antiterrorista, Rubalcaba -si le das la espalda, te la clava-, apuesta por una coalición con el PP en Euskadi, no con el PNV aunque sin escenificar nada hasta el mismo día de las elecciones.

El ministro del Interior al que, como decíamos ayer se ha proporcionado todo el poder apuesta por esta opción con dos argumentos por bandera:

1. La actitud del Gobierno vasco, concretada en boca de su portavoz, Miren Azcarate, quien ejecutó lo que sólo puede entenderse como una defensa del asesino Ignacio deJuana Chaos.

2. Porque la gran tarea del nuevo responsable máximo de la lucha antiterrorista es doble: por una parte, mostrar la máxima firmeza contra ETA. Por otra, lavar la imagen pactista en la que se empecinó su jefe de filas, ZP, durante la pasada legislatura, y de la que ETA se aprovechó para rehacer su estructura de pistoleros y burlarse del Gobierno español con al menos cinco muertos de por medio.

Para lavar esa imagen nada mejor que comprometer al PP, que es quien podría denunciar la incoherencia socialista en la lucha contra ETA.