Y el PP no hace ascos a la propuesta. Nadie ha demostrado que las fusiones forzadas de corporaciones municipales reduzca el gasto.
Los tópicos brotan como los hongos en campaña electoral. El candidato socialista se ha empeñado en reducir el número de municipios existentes en España, que ahora son de 8.000.
Como en el caso de las cajas de ahorros, y su conversión en bancos, el proceso quiere hacerse con entera libertad: sólo que los municipios que decidan mancomunarse, al unirse al de al lado recibirán más dinero del Estado. O lo que es lo mismo: los que se nieguen a hacerlo no recibirán un euro.
El PP no hace ascos a la propuesta aunque nadie ha demostrado que una reducción de municipios conlleve menor coste.
Además, la administración municipal es la más cercana al ciudadano y, precisamente, los casos de corrupción no se dan en los mini-municipios. PSOE y PP siguen aquí la técnica de que lo grande es bueno por ser grande.
Y otro argumento contra las fusiones forzadas de corporaciones municipales: los habitantes de un pueblo pequeño sienten mucha más identificación con el municipio donde viven que los de una ciudad o una capital de provincia. Pero los sentimientos, al parecer, se valoran poco.
'Little is beautiful'.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com