Lo primero: José Manuel Lara estaba a punto de llegar a un acuerdo para fusionar A-3 TV con La Sexta y ahora se echa atrás. Por dos razones: Planeta se niega a asumir la delicada situación financiera de Imagina-Mediapro-La Sexta y también se niega a aceptar las presiones del Zapaterismo para que José Miguel Contreras -antiguo asesor del presidente del Gobierno- se convierta en el vicepresidente ejecutivo de la entidad resultante.
Ahora bien, al enfriarse las negociaciones -conversaciones, como prefieren decir en Mediapro-, los mexicanos de Televisa han puesto el grito en el cielo. Poseen el 40% de La Sexta y están hartos de no pintar nada y que no les ofrece rentabilidad alguna. Se niegan a cualquier ampliación de capital y la financiación de un canal que no tiene deuda bancaria (la tienen Mediapro e Imagina) pero que necesita dinero con urgencia para mantener encendida la antorcha.
Tatxo Benet y Contreras han tenido que viajar a México para tranquilizar a los mexicanos. Tampoco mucho porque lo cierto es que los Azcárraga venderían con gusto su 40% pero nadie quiere ocupar una participación que no ofrece control alguno ni rendimiento en dividendos. Pero sí pueden fastidiar.
La solución que han encontrado Jaume Roures y José Miguel Contreras ha sido, una vez más, Juan Abelló. El católico empresario es el único que puede salvar un canal progubernamental que se distingue por un anticlericalismo rabioso y por las blasfemias habituales de su programa estrella, El Intermedio, del Gran Wyoming. La solución sería que Abelló comprara parte de su paquete a Televisa.
En el entretanto, la refinanciación de la deuda de Mediapro (no pagar ni capital ni intereses en tres años y luego pagarlo todo de un golpe- sigue paralizada por cuanto los bancos se niegan a estampar la firma hasta que no se aclare la deuda de Imagina, que supera los 100 millones de euros y que constituye la cabeza del Grupo. Así que, en el entretanto, Mediapoducción SL continúa en concurso de acreedores.
La clave para seguir manteniendo el kiosco en marcha está en Abelló, un empresario católico para un canal blasfemo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com