Río de Janeiro es un lugar ideal para unas olimpiadas o un Mundial de fútbol, también como sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

Y lo es porque, de este modo, nos olvidamos que Río fue, hace 20 años, la sede del aquelarre contra la vida más triste que se recuerda. Fue donde Naciones Unidas impuso el aborto al mundo y ahora cuando se celebra el Río 20, la bestialidad se ha convertido en doctrina. Así lo cuenta, y mejor que nadie, el argentino Juan Claudio Sanahuja, en Noticias Globales. La doctrina ONU consiste en asegurar que el desarrollo sostenible sólo es posible si mimamos a todas las especies vegetales y animales salvo al peor de los depredadores; el hombre. Ya saben: para acabar con el hambre en el mundo hay que eliminar a los hambrientos del mundo. Una doctrina inmoral pero, sobre todo, embustera, porque el hombre no es el depredador del planeta sino el fertilizador de la tierra, quien con su ingenio y su trabajo ha multiplicado la capacidad de producción de este mundo formidable. El desierto sólo avanza cuando no hay hombres que fertilicen la tierra.

Pero es igual: la mentira ha sido repetida tantas veces que se ha convertido en dogma, el primero de los dogmas del Nuevo Orden Mundial (NOM). Pero ya lo saben, cuando oigan hablar a un progre de economía sostenible, sepan que de lo que está hablando es de matar inocentes indefensos.

Eulogio López

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