Ratónpolis es el resultado de la unión entre los estudios Dreamwords Animation y Aardman Features. O más claro, entre los creadores de Shreck y los de Wallace y Gromit: la maldición de las verduras. Con una salvedad: el estilo único de Aardman (y sus muñecos de plastilina) pasan ahora a elaborarse de una forma más sencilla: gracias al ordenador.

 

Ratónpolis resulta divertida a pesar de no contar con un guión ni original ni novedoso.

 

Un ratón domesticado, que habita en una lujosa mansión del distrito de Kensington, abandonará de forma inesperada su hogar y acabará en Ratónpolis, la ciudad de los ratones creada en las cloacas. Allí conocerá a la audaz Rita que le ayudará a volver a su casa, en un viaje repleto de peligros en el que deberán enfrentarse al enemigo de los ratones: el malvado Sapo.

 

Ratónpolis cuenta con una buena animación por ordenador (que respeta los movimientos de los muñecos de Aardman) y una historia con moraleja apropiada para los más pequeños de la casa (es preferible ser pobre pero tener amigos que ser rico y estar solo), pero es una opción más (y posiblemente no la más interesante) de los estrenos previstos de cara a las fiestas navideñas.

 

Para:  Los pequeños de la casa o los mayores aficionados al cine de animación (que los hay a cientos)