El PSOE se ha dividido entre don Alfredo Pérez Rubalcaba, un caradura inalienable, y doña Carme Chacón, una frívola ambiciosa.

Lo mejor sería un tercero, pero en el Partido Popular quieren que siga Rubalcaba. Al menos, Chacón, cuyo mayor activo es el de ser mujer, supone una renovación a efectos de imagen: Rubalcaba es la vieja guardia del PSOE, la que ha conseguido el peor resultado electoral de la historia del partido, aunque Chacón es lo nuevo, aunque de nuevo tenga poco y aunque su gestión como ministra de Defensa haya resultado, como las fincas en Extremadura, manifiestamente mejorable.

Y Rubalcaba lo sabe, así que ha exigido al patriarca del PSOE, Felipe González, su apoyo explícito, cosa que éste, más listo que el hambre, le otorgará pero no de forma explícita. Se juega su prestigio.

Porque claro, lo del jueves en la SER, jaleado "ad nauseam" por Radio televisión Española (RTVE), la empresa que mejor controla el candidato socialista, acusando al nuevo Gobierno de haber subido los impuestos para "cuadrar el presupuesto" y modificando así, a las primeras de cambio, su programa electoral, no tiene pase. Pero, Alfredo, muchacho, ¿por qué ha tenido que cuadrar el PP el presupuesto? ¿No será porque los socialistas, contigo como vicepresidente, lo habéis dejado descuadrado?

En cualquier caso, ¿con quién está la militancia socialista, con Rubalcaba o con Chacón? Con ninguno de los dos. Si ahora surgiera un tercer candidato en liza, con un mínimo apoyo del aparato, no lo duden, se alzaría con el santo y la limosna.

Pero lo peor de la batalla interna del PSOE es que es una batalla de fulanismos: dos políticos, a cual más ambicioso, el mentiroso y la frívola, se disputan el poder en el proscenio. Ambos fueron ministros destacados de Zapatero y ambos deberían haberse retirado ante el fracaso. Apenas se distinguen sus ideas en otra cosa porque no tienen muchas ideas que confrontar. Zapatero sumió al país en un páramo económico y lo único que impuso fue un feminismo radical y homicida y un guerracivilismo, la vuelta de las dos Españas. Hoy se habla poco en el PSOE de justicia social, la bandera lógica de la izquierda. El Nuevo Orden Mundial estaba tan contento con el PSOE como con el PP, con Zapatero como con Rajoy. Saben que uno y otro harán lo que más convenga.

Eso sí, el candidato del PP es Rubalcaba. Ya le han vencido una vez y saben que, con él, tienen asegurada una segunda legislatura.

En definitiva, si decide la dirección del PSOE y la prensa socialista -sobre todo RTVE y PRISA- ganará Rubalcaba; si decide el militante socialista ganará Chacón y si decide el votante socialista ganará un tercero.

Y el PSOE, claro está, seguirá siendo, con Rubalcaba o con Chacón, no un partido de izquierdas, sino un partido progre. Y ya saben que el progresismo es ajeno a la justicia social; se queda con el "abajo los curas y arriba las faldas".

Eulogio López

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