Sr. Director:
¿No se podrán considerar rebeldes con causa los provida? Se rebelan contra la injusta "eliminación" de niños inocentes. Se rebelan contra el drama que supone, para la mujer, el aborto provocado. "No hay violencia mayor contra una mujer que cortarle, o cortar ella misma, un embarazo" (Doctora Moratalla).
Se rebelan contra el engaño del aborto, que no quita el problema sino que lo agranda: suele dejar un tremendo vacío, una insufrible tristeza, un terrible ‘sock' por haber conducido al hijo al abortorio, en donde lo "eliminan", para remate, sin anestesia ni responsabilidad de la clínica ni del abortero (además, puede producir daños físicos).Si te extirpan un grano, no te acuerdas de él; pero de un hijo una madre no se puede olvidar, le haya visto el rostro o no. De ahí que muchas mujeres que han abortado se depriman o enloquezcan. ¿Por qué no lo dicen en los abortorios? ¿Se les va el negocio? ¿Se atreverán los políticos que consienten la masacre, al ver el vídeo "El drama del aborto" en Internet?
Me hace pensar: un niño desmembrado en su etapa fetal y una moneda con la efigie del mandatario al lado: aborto, negocio, política.
Los abortistas se consuelan en su ignorancia: dicen que el feto no es un niño. ¿Qué es, si no? La Ciencia dice que la vida de cada ser vivíparo comienza en el cigoto y que a los 18 días de gestación se están formando los ojos y el corazón del ser humano, que comienza a latir a los 20 días. ¿Qué habría sido de nosotros si nuestra madre nos hubiera abortado? Como llegó a decir el rey del aborto en Estados Unidos, el doctor Nathanson, convertido, de pionero pro-abortista, en hombre pro-vida, "Vivimos en una era de muerte, en la que la compasión lleva a la cámara de gas, a la clínica abortista, o a la consulta de un eutanásico".
Leónidas T. del Brío
leotambric@gmail.com