A finales del pasado mes de enero, PRISA anunció que llevaría a cabo 2.500 bajas, equivalente al 18% de su plantilla. De esta forma pensaba Liberty añadir una grapa más a la herida del grupo fundado por Jesús Polanco. Pero no es suficiente: la compañía estadounidense considera que la hemorragia continuará si no se llevan a cabo otros 1.000 despidos más una vez se hayan completado los últimos despidos en 2012.
Al parecer, la reestructuración pasa por la externalización, una técnica que han aplicado otras empresas del sector sin demasiado éxito. La externalización puede servir para controlar un gasto al que en todo caso la empresa tiene que seguir haciendo frente: por ejemplo, Vocento externalizó la imprenta ¿significa eso que ya no pagaba por imprimir, que suprimió esta fase? No, prescindió de su imprenta para pagar a otra empresa por imprimir los periódicos. Naturalmente, la creación de una empresa externa implica precarización del empleo, la contratación de los servicios de otra ya existente significa directamente la eliminación de puestos de trabajo.
Mariano Tomás
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