En 1972 se estrenaba La aventura del Poseidón, calificada por algunos como una de las mejores películas de desastres (un subgénero dentro del de aventuras) de la historia del cine. Desde entonces ha llovido mucho (aunque no lo suficiente en España) y en estos treinta y cuatro años otras películas espectaculares de accidentes en el mar se han convertido en grandes éxitos de taquilla: todos recordamos Titanic (James Cameron, 1997) o la más reciente La tormenta perfecta (2000) dirigida, precisamente, por Wolfgang Petersen, el responsable de Poseidón.

 

La película del año 1972, de Ronald Neame, que seguía bastante fielmente el best seller de Paul Gallico, contó con un gran presupuesto, lo que se tradujo en unos efectos especiales extraordinarios para la época, un reparto magnífico encabezado por Gene Hakman (acompañado de veteranas estrellas como Ernest Bornigne y Shelley Winters) y una excepcional banda sonora a cargo de John Williams. Por el contrario, el remake que llega ahora a las pantallas no resulta llamativo en ningún aspecto. Es, simplemente, una película de aventuras entretenida, con medidas dosis de acción, suspense y romanticismo. Un producto elaborado por el marketing que no depara ninguna sorpresa. De hecho, su argumento es previsible en casi todas las subtramas.

 

Para: Los adolescentes y jóvenes que quieran refrescarse en una sala de cine del agobiante calor, siempre que no hayan visto la película original (realmente espectacular en el año 1972)