Sr. Director:

Según lo que algunos imbéciles dicen soy aquello que ellos llaman patriota de hojalata y quede claro que cuando digo imbéciles no lo hago en sentido descalificativo de idiotas o estúpidos sino en el calificativo de escasos de razón. Esos sujetos tratan de vendernos la idea de que la solución taumatúrgica del llamado problema vasco, está en el dialogo con los terroristas para que estos renuncien a la violencia del crimen, la extorsión y la exclusión de aquellos ciudadanos que no piensan como ellos, a través de la entrega de las armas y la excarcelación de sus presos.

Quienes nos proponen este dialogo muestran como fin supremo el logro de la paz sin más, sin considerar que esta sin libertad es una paz mezquina, opresora de la libertad a la que todos tenemos derecho, de esa paz que sin libertad no les servia en el pasado de la dictadura, de esa libertad sin ira que, no lo olvidemos, se reclamaba en aquellos cánticos preconstitucionales. De ese calificativo de imbéciles que he dado a quienes quieren vendernos esa idea de paz a través del dialogo con los terroristas no me queda más remedio que saltar al calificativo de necios o ignorantes por que cuanto menos no saben lo que podían o debían saber, cuando su situación social y política les hacen obligatoriamente ser conocedores de las negativas consecuencias que ello puede traer para España en general y el País Vasco en Particular, y en ese sentido fijar desde la ciencia el riesgo el riesgo objetivo de las consecuencias de ese dialogo que el pueblo como tal solo puede percibirlo subjetivamente.

En este sentido de necios es creer que quienes han asesinado, extorsionado o excluido durante casi medio siglo a mas de la mitad de la población del País Vasco, van a renunciar a sus objetivos históricos de territorialidad, soberanía e independencia con los que construir una republica socialista independiente, en la que estarían integradas las tres provincias de la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad de Navarra y los departamentos franceses de Lapurdi, Zuberoa, y Baja Navarra, para conformarse con una paz que les permitiría no mas que compartir el día a día con quienes han sido sus victimas durante tanto tiempo. Entren en razón aquellos que pueden y deben determinar nuestro futuro para no ser imbéciles y sepan lo que pueden o deben saber para no ser necios.

Javier Pérez de Laborda

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