Ambos progenitores estaban de acuerdo pero la Autoridad no. La Guardia Civil, en aplicación de algún artículo de algún código -siempre hay algún artículo en algún código- decide detener a los padres por "detención ilegal" de su hijo.
A partir de ahora pueden suceder dos cosas: o bien que se detenga a los guardias civiles, detenedores por estupidez manifiesta -sería lo mejor-, así como al juez y al fiscal, si apoyaran la iniciativa, o bien que no pase nada -sería lo peor-. Sería que nos mantenemos en la insoportable levedad del ser, nota característica del Occidente actual.
También queda la tercera vía: los padres de la susodicha, proceden a arrearle un puntapié en las posaderas a su retoño, y al juez, al fiscal y a la Guardia Civil les envían a los del 15-M, que siempre contará con el apoyo de Rubalcaba.
Eulogio López
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