- Jaime Botín ha pedido a Emilio Botín O'Shea que no haga de hijo pródigo y no rompa la propiedad común.
- La consolidación de Ana Botín como presidenta del Santander no se presenta fácil. Por de pronto, tendrá que hacer cambios en la dirección... poco a poco.
- Y su cambio más deseado no llega: quería a Jaime Pérez Renovales pero Moncloa no le suelta: es el jurista clave frente al proceso soberanista catalán.
- Ante los cuadros del Santander, Ana Botín ha asegurado que los cambios, mínimos, han concluido.
- Y los fondos de inversión aprietan: la cotización no atraviesa su mejor momento y los convertibles también fallan. Van a examinar con lupa la gestión de Ana Botín.
Por eso mismo, la consolidación de Ana Botín (en la imagen) como presidenta de un banco familiar va a ser dura. Especialmente si Emilio Botín O'Shea quiere romper la sindicatura de los seis hermanos porque nunca se ha entendido con Ana Patricia y con su hermano Javier, asimismo consejero del banco. Para entendernos, el fallecido Emilio Botín tenía seis hijos: Ana, Emilio, Carolina, Paloma, Carmen y Francisco Javier. Si hemos de hacer grupos, diríamos que Ana, Carmen -viuda de Severiano Ballesteros- y Javier forman un grupo mientras Emilio con un más o menos claro apoyo de Carolina y Paloma, formarían el otro 'equipo'. A la banca se han dedicado tres: Ana, Emilio y Javier. Pero Emilio siempre ha estado alejado del Santander y es el que pretendía, a la muerte de su padre, que se hiciera lo mismo que hizo su abuelo: repartir el patrimonio entre Emilio (Santander) y Jaime (Bankinter).
Y ahí ha tenido que intervenir tanto la madre, Paloma O'Shea, como el tío, Jaime Botín, para mantener unido el patrimonio familiar y con ello el control del banco. Por el momento, se ha conseguido mantener esa unidad y Emilio Botín no hará de hijo pródigo.
Pero no sin un coste y un peligro. El peligro son los fondos, entidades extraordinariamente progresistas a quienes no les agradan los bancos familiares, quizás porque no les agrada la familia. Bueno, ya saben que los fondos son muy buenos y nunca intervienen en la gestión. Para ser exactos lo que no admiten es mojarse en la gestión pero intervenir, vaya si intervienen, vetando las decisiones del equipo gestor... o vetando al equipo gestor. Y resulta que la acción del Santander no acaba de responder y encima los convertibles no funcionan como debieran.
Y el coste. El coste consiste en que la nueva presidenta ha tenido que hacer cambios con cuentagotas. Lo lógico cuando se produce un cambio en la Presidencia es que el nuevo jefe haga un equipo a su medida. Pero Ana Patricia Botín no puede hacerlo. Por ejemplo, no podría hacer cambios en la consejería delegada, aunque Javier Marín siempre ha tenido relaciones distantes con Ana Botín. Es más, el fallecimiento de Emilio Botín le pilló fuera de España y cuando se enteró del plan para el desconocido protocolo -veloz- de sucesión intentó pararlo... sin ningún éxito.
Otro directivo crucial que no es del agrado de Ana Botín es el secretario del Consejo y jefe del equipo jurídico, Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca. Si en alguien confía Ana Botín es en Jaime Pérez Renovales, actual subsecretario de Presidencia, hacedor de la reforma de la administración española y ahora al frente de los juristas que combaten el 'problema catalán'. Pero tampoco este cambio ha sido posible. La razón es que el Gobierno se ha negado a soltar a Renovales hasta que... concluya 'el problema catalán'. Ojo, Renovales no era secretario del Consejo sino director general ejecutivo de asuntos jurídicos. Un puesto que, desde su marcha no fue cubierto pues se partió en dos. Ahora bien, Ana Botín le quería, tanto para secretario del Consejo como para director jurídico, cargos que en muchas grandes corporaciones suelen ir unidos. En plata, le quiere para sustituir a Benjumea.
Pero como la misma presidenta del Santander ha reconocido ante sus cuadros: los cambios han terminado. Claro, a la fuerza ahorcan. Todavía hay que pasar el examen de la banca en la sombra (principalmente los fondos).
¿Se está consolidando Ana Botín como presidenta del Santander Por el momento sí pero el proceso no ha hecho más que empezar.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com