Me lo cuenta un empresario con conocimientos históricos. La conversación comienza de la siguiente guisa: cada caso de corrupción son 10.000 votos más para Podemos.
Podemos no es una vuelta al marxismo. De hecho, el señor Pablo Iglesias (en la imagen) no tiene ideología alguna y sí muchas contradicciones en su ideario, además de muchas lagunas. Podemos es peligroso por su populismo, pero no debe buscarse su referencia en Venezuela.
No, Pablo Iglesias vive de los cabreados, sean de izquierdas o de derechas. Pero los cabreados dispuestos a cambiar el sistema siempre son minoría. El votante del PP o del PSOE se cabrea con su votado pero se remite a hacer chistes en Internet. Le da miedo el cambio (y no debería). Por tanto, una minoría como Podemos sólo tiene una posibilidad: consolidarse como grupo parlamentario fuerte y luego manipular a la sociedad por la fuerza para acceder el poder.
Así como ocurrió con Lenin y con Hitler. Los bolcheviques eran minoría -incluso respecto a los mencheviques- pero aprovecharon el cabreo de todos con el régimen zarista y, al final, la minoría leninista se impuso por la fuerza a la mayoría 'socialdemócrata'. Y cuando tuvieron el poder se cargaron la libertad y los derechos humanos.
Pablo Iglesias es Lenin o Hitler. Sí, lo es. En otro momento histórico y en otra latitud geográfica. Pero es lo mismo: una minoría de éxito aprovecha la indignación general para alcanzar el poder por medios democráticos... y luego cargarse la democracia.
Eulogio López
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