La solución a la crisis es justo la contraria de la que plantea el presidente norteamericano: subir salarios, bajar impuestos y dejar quebrar a los bancos.

El presidente norteamericano Barack Obama asegura que hay que ayudar la banca española. A lo mejor tiene mala conciencia, pues él salvó a la banca, a las aseguradoras y las hipotecarias norteamericanas. Es como el maestro Ciruela, aquel que no sabía leer y ponía escuela.

Pues mire usted, no, señor Obama. La única solución es dejar quebrar a los bancos quebrados: que los depositantes recobren su dinero y que los inversores –que para eso han arriesgado-, pierdan el suyo. Eso es liberalismo y eso, sobre todo, es tratar a un banco como a cualquier empresa o familia.

¿Qué un banco es una empresa especial porque trabaja con dinero de los demás? Pues por eso mismo debe exigírsele más a sus gestores, no menos.

Que España esté ahora contra las cuerdas porque tiene que salvar a su banca quebrada resulta cómico si no fuera trágico. Y que salvar a la banca nos cueste más que todo lo ahorrado con los durísimos ajustes de la economía real, no digamos.

La segunda idea de la historia Obama es que no basta con ajustes, se precisa expansión. Ahora bien, ¿qué entiende Obama, y me temo que el universo anglosajón y cada día más el resto del planeta? Entiende favorecer al emprendedor para que monte sus propia máquina de facturar? ¿Entiende reducir impuestos y prestaciones sociales para que sea la pequeña propiedad privada la que se desarrolle y el Estado y los mercados financieros quienes mengüen? En absoluto, lo que entienden por medidas de expansión es abrir la manguera, es decir, fabricar dinero con el que apalancar el planeta y financiar cualquier proyecto: productivo o no.  

Ahora bien, el dinero no es un fin de la economía. El fin de una economía es la producción de bienes y la realización de servicios para los demás. El dinero sólo es el medio de intercambio. Y aún peor: el dinero es un medio, no un fin en sí mismo. Y precisamente ha sido la creación artificial de dinero lo que ha creado la burbuja, financiera, que nos ha llevado a la actual crisis. Intentar apagarlo con otro manguerazo es como verter agua en el mar, o algo mucho peor: como echar gasolina al fuego. Así que con eso principios entraremos en crisis permanente.

Esta es la historia de la economía de hoy, la historia de Obama y otros muchos: la historia de una contradicción en origen. Por eso no salimos de la crisis.

La solución a la crisis no es salvar bancos con dinero de todos o creando otra burbuja. Pasa por subir salarios, bajar impuestos y dejar quebrar a los bancos.