Sr. Director:
Como el tema del monstruo del lago Nees, cada verano reaparece el tema del nudismo en diversos medios y lugares. Se quiere dilucidar su aceptación o rechazo a base de encuestas, porcentajes y tantos por cientos.

No me parece lo más sensato, entre seres racionales. Menos, la imposición de hechos consumados por una parte o a base de multas o sanciones pecuniaras por otra. Tampoco me parece bien, enfocar el tema bajo el aspecto moral o religioso.

No he visto respuestas convincentes a unas sencillas preguntas: ¿Por qué se desnuda integralmente? ¿Qué fin pretende con ello? ¿Tiene Vd. derecho a ir contra otros derechos de otras personas?

No hablo por hablar. Se ha celebrado en algunas playas españolas El día sin bañador, promocionado por una asociación nudista. En playas no acotadas y ante las miradas de niños y otros ciudadanos sorprendidos, se han paseado, ellos y ellas, en desnudo integral. Al preguntarles el porqué de su insólito comportamiento, la común respuesta era que el ir desnudos es la cosa más natural. No es convincente la respuesta. Nada más natural que el defecar, miccionar, aparearse, comer con los dedos, escupir etc., cosas, que- por ahora- a nadie con dos dedos de frente, se le ocurre hacer ante los demás.

El pudor, el respeto a la propia intimidad y a la de los demás, creía que eran conquistas del progreso racional. Lo otro, es regresar a las cavernas.

Miguel Rivilla San Martin

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