Junto a las bellísimas imágenes sagradas, vemos estos días en los medios fotografías de cofrades pertenecientes a la vida política y de la farándula.
Una multitud de cofrades son personas coherentes; pero quizá no todos. ¿Puede entenderse el servicio a Dios mezclado con el apoyo a políticas contrarias al Evangelio de la Vida? Recuerdo las palabras de Cristo: No podemos servir a dos señores ( Mt. 6, 24), o sea, no podemos tener una doble vida.
El año pasado los primeros en alinearse contra el aborto, fueron los de la Agrupación de Hermandades de Córdoba, porque querían «reiterar su compromiso con el derecho a la vida». Rosa Aguilar, cofrade de la Virgen de los Dolores y entonces alcaldesa de Córdoba, calificó «de demagógica e irracional» la iniciativa del lazo blanco por considerarla «una cruzada y una llamada a la confrontación ciudadana».
Que un cristiano ampare el aborto aunque sea con el silencio, es una incoherencia, pues se trata de una tragedia y consiste en dar muerte al niño indefenso que va a nacer, además de poner en riesgo la salud de a la madre. Lo cristiano es ayudar a la madre embarazada con problemas económicos; pero apoyar el aborto no es humano y, por tanto, no puede ser ni cristiano ni serio.
Mª Victoria Camino