La TV es un negocio de ricos que tiene por clientes a los pobres
Los grandes editores tienen muy claro que lo suyo es un negocio donde se puede hacer mucho dinero con los pobres. Esto es especialmente cierto en TV. La monigotera es la diversión de los pobres. Ojo, no sólo la TV en abierto, sino también la programación de pago, entre otras cosas porque los actuales de calle tienen precios muy asequibles.
Esa es la razón por la que Rupert Murdoch no quiere entrar en España, sino en Iberoamérica. Así se lo ha trasmitido a José María Aznar, su asesor, y a su yerno, Alejandro Agag, que sigue teniendo acceso al magnate.
Para el hombre de News Corporation, España no interesa como mercado de TV de pago. Lo cierto es que la penetración en España es mínima, la mitad de la media europea. Lo que a don Rupert le interesa es la red de banda ancha, ADSL, de Telefónica en Iberoamérica.
No sólo eso. Murdoch también ha dejado claro que el futuro está en la TV de pago por ADSL, por cable, no por aire. Precisamente él, que es el principal magnate mundial por aire. Así que también le ha dicho a Polanco, a través de los intermediarios correspondientes, que no tiene la menor intención de comprarle Digital . Y hasta el mismo don Jesús se ha visto obligado, visto que la deuda de Sogecable crece y que la gente se da de baja de la plataforma de pago, a rentabilizar sus paquetes de programa a través de Imagenio. Y eso que le habían dado el monopolio de la TV de pago por satélite. Pues ahora se pasa al cable. A la fuerza ahorcan…