- No quiere que quede ningún municipio con menos de 200 habitantes.
- Es una respuesta a la petición de Rubalcaba de suprimir las diputaciones provinciales.
- En cualquier caso, la medida no gusta a los interesados y rompería la geografía política española.
- Y lo peor: en Administraciones Públicas nadie sabe decir cuánto se ahorra, si es que se ahorra algo.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro está empeñado en cargarse a todo municipio con menos de 200 vecinos. Calcula, a ojo de buen cubero, que se produce una cascada de fusiones entre ayuntamientos podrían suprimirse 2.000 municipios de los 8.000 existentes en España.
No deja de ser una respuesta a la propuesta electoral de Rubalcaba de suprimir las diputaciones provinciales, a lo que el PP se negó, precisamente porque consideraba que las diputaciones eran las defensoras de los minipueblos.
La identificación de los españoles con su lugar de nacimiento es grande por lo que se supone que la medida de Montoro no le supondrá aplausos de la ciudadanía, especialmente de la ciudadanía pueblerina.
Pero lo más grave es que en el propio departamento de Montoro dudan de que la supresión de villas por el procedimiento de fusión sirva para ahorrar fondos. No son precisamente los alcaldes de estos villorrios quienes desequilibran el presupuesto con sus decisiones.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com