Nos lo toman los piratas somalíes y nos los toman los fundamentalistas del Magreb que retienen a dos españoles, en un secuestro con marca histórica de duración. Nos lo toma el Régimen de Castro, que recluye a sus disidentes en España y el canciller Desatinos asegura que está democratizando Cuba (ahora viajan dos peores que Desatinos: Elena Valenciano y Leire Pajín: está claro que Cuba vivirá un alba de libertades).
En el entretanto la ministra Chacón está muy preocupada por la vestimenta de las mujeres-soldado y pretende incluir la ideología de género en los cuarteles, además de la alianza de civilizaciones porque, como es sabido, si existe una doctrina que respete y valore a la mujer ésa es el Islam.
Esto me recuerda los sinsabores de un amigo comandante del Ejército de Tierra, cuando las féminas se incorporaron al Ejército. Se veía obligado a ejercitar una nueva actividad castrense: vigilar el trasiego entre los pabellones de hombres y los de de mujeres.
-¿Se intentaban colar muchos en las dependencias femeninas?
-No, el problema eran las que se colaban en los pabellones masculinos.
En resumen, el Gobierno Español ha hecho el ridículo en Cuba, donde guardan a Fidel Castro en formol cada noche para exhibirlo por la mañana, mientras los opositores salvados por Moratinos braman en Madrid y se consideran presos políticos, ahora no ya de los hermanos Castro, sino del Gobierno español. Y razón no les falta.
En Malí el ridículo es aún mayor. Se pavonea la diplomacia española (es decir, Moratinos y Bernardino León) del fracaso de Francia: en efecto, Francia fracasó en su intento de liberar a su rehén Michel Germaneau. El comando francés que entró en Malí mató a seis terroristas islámicos pero no encontró a su compatriota. De resueltas, Al Qaeda asesinó al rehén. Un desastre, sin duda, pero creo que lo que los franceses acertaron, mientras España tiene a Albert Villalta y Roque Pascual desde hace ocho meses, secuestrados... y negociando.
Acertaron los franceses por varias razones:
1. El problema no es Al Qaeda, sino los sinvergüenzas de Malí que negocian con unos secuestradores y les albergan en su país. Francia no pidió permiso para enviar un comando a intervenir en otro país.
2. Ahora los terroristas saben que Francia no negocia, España sí, y que secuestrar a un francés tiene más peligro que secuestrar a un español. No es casualidad que el Gobierno de Malí, con una hipocresía que produce escalofríos, asegure, según informa La Razón, que la iniciativa francesa complicará o incluso retrasará las negociaciones para la liberación de Villalta y Pascual.
Como si estuviera hablando de la compra de una empresa, o de ayuda humanitaria tras un desastre natural, el portavoz del Gobierno de Malí asegura que seguimos optimistas porque siempre hemos optado por las negociaciones y no por la opción militar. O sea, como Moratinos.
Y así llegamos al paripé de Mohamed VI. Al parecer, los policías españoles tratan muy mal a los marroquíes que cruzan la frontera, especialmente en Melilla. Y por este montaje del déspota, el Gobierno ha metido en danza a SM el Rey para concluir que se trata de malentendidos. No hombre no, si se entiende perfectamente. El tirano de Marruecos necesita Ceuta y Melilla para darle a su pueblo un objetivo a batir, los españoles. Rabat quiere anexionarse Ceuta y Melilla y tiene dentro una quinta columna muy numerosa, por ejemplo, las tropas regulares españolas destacadas en las dos plazas africanas: dos terceras partes son de origen marroquí y su lealtad está con Mohamed VI: ya nos han traicionado otras veces a lo largo de la historia y lo harán ahora.
Los distintos gobiernos españoles, desde Felipe Gonzalez, han desmilitarizado Ceuta y Melilla, al igual que se ha permitido que estas dos ciudades no estén protegidas por la OTAN. Precisamente la solución de firmeza no consiste en que los dos monarcas se entrevisten dado que el español es un monarca democrático que no marca la política mientras el marroquí es un sátrapa que marca hasta la vida de sus súbditos.
En Ceuta y Melilla, los marroquíes, especialmente los residentes, han tomado zonas de la ciudad donde apenas entra la policía española. Cada día se muestran más agresivos y la profanación de iglesias y las arremetidas contra los españoles, especialmente contra los católicos, aumentan cada semana.
Además, lo de Ceuta y Melilla no es un problema de orden público: lo que pretende Marruecos es anexionárselas. Por tanto, no hay que mandar más policías sino más militares, porque el Ejército, aunque la ministra del ramo, la frívola Chacón, no lo sepa, existe, no para solucionar problemas de orden público sino para defender nuestras fronteras.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com