Niklas, un joven y ambicioso directivo alemán, tiene que pasar una jornada en Nueva York con un cometido bastante desagradable: despedir a todos los empleados de la delegación de su empresa en la ciudad de los rascacielos… Antes de hacerlo entra en una cafetería y conoce a una chica muy atractiva, Leticia, que le invita a un recital musical que ofrece ella por la noche. Lo que desconoce Niklas, que se siente atraído a primera vista, es que Leticia es una de las afectadas por el despido masivo que va él vaa ejecutar…
Película que arranca con un tema de rabiosa actualidad -la deshumanización empresarial- este drama no sigue por esos derroteros (como Up in the air) sino que se decanta por narrar una historia de amor, un breve encuentro que, sin embargo, cambiará la percepción de la vida de Niklas…
Sin ser nada novedosa argumentalmente, Mi último día sin ti se desliza bien, interesa por la excelente descripción de los personajes y por los buenos sentimientos que destila, a pesar de que alguna subtrama sea realmente cursi (como el romance del padre de la protagonista, pastor protestante, con una de sus feligresas).
Eso sí, a destacar la excelente banda sonora, compuesta por Scott Jacoby y la excelente voz de la protagonista y cantante, Nicole Beharie.
Para: Los que les gusten las películas con buen mensaje aunque tengan final previsible