• En Sacyr, llegó a cobrar 10 millones por una sola operación.
  • Ha sido abogado y consejero independiente -legalmente incompatible- de PRISA y de Sacyr.
  • Todos los emporios empresariales a los que ha aconsejado constituyen una historia de éxito: los Coca, los Sanahuja, los Polanco o Luis del Rivero. 
  • La CNMV se verá forzada a convertirle en consejero externo... y nada más.

Allá donde se produce una trifulca empresarial está Matías Cortés. Él y el despacho de abogados que lidera junto a su hermano, Luis Javier Cortés.

Ninguna de las gestiones de este letrado granadino sale por menos de 1 millón de euros y en Sacyr llegó a cobrarle a Luis del Rivero 10 millones de euros por una sola gestión, por cierto, nada exitosa.

Además, sus tutelados, y paganos, suelen ser historias de éxito: ha trabajado para los Coca, los Sanahuja, los Polanco y para Luis del Rivero. Éste último considera que le traicionó cuando la batalla interna con Juan Abelló y Demetrio Carceller que le obligó a abandonar el Consejo. Asimismo, asesora a los March y a los Albertos.

Lo malo de Matías Cortés (en la imagen) es que le gusta figurar como consejero independiente, siendo que un independiente ya cobra de la compañía y no tiene derecho a pasarle facturas extra por su tarea como abogado o consultor. Eso sí, Cortés es un abogado que presume de progresista, y hasta el momento ha sido muy bien tratado por el muy progresista y presidente de la CNMV, Julio Segura. Ahora, bastará -como se hizo con PRISA- con obligarle a dimitir como consejero independiente tras haber pasado una minuta de cuatro millones de euros por el asunto Repsol-Sacyr.

En cualquier caso, siempre se ha llevado bien con los felipistas y con los preciosos demócratas. Jesús Polanco le introdujo en la alta sociedad financiera... progresista.

Si quieren contratar a Cortés, ya saben lo que tienen que pagar.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com