Sr. Director:

 

La discusión que se está produciendo estos días en torno a la selección de embriones para curar a los hermanos enfermos es una verdadera incongruencia en sí misma. Sobre todo por parte de los padres.

 

No hay que olvidar que la palabra "selección" implica necesariamente la discriminación positiva de unos embriones sobre otros porque los primeros contienen en sus células madre la piedra filosofal de salvar al hermano. ¿Y qué pasa con los que no tuvieron la suerte de que la probabilidad matemática de la genética les concediera la gracia de contener los genes sanadores? ¿Es que estos otros hermanos del hijo enfermo no tienen derecho a vivir igual que ya vive su hermano? ¿Cómo se puede entender que unos padres que no quieren que se muera su hijo -irremediablemente enfermo y sin curación por el momento- permitan que se mueran otros hermanitos de él porque no pueden curarle?

 

Nos encontramos, sin duda, ante otra aberración más del uso de la ciencia que ha logrado engañar a los padres con excusas "humanitarias" y "solidarias", supuestas "bondades" para "salvar bebés enfermos", que trata de ocultar una barbaridad tal como es seleccionar a los hijos según convenga a unos intereses o a otros. Con eufemismos tales como "desechar", se oculta la verdad de lo que se hace en realidad, que no es sino tirar a la basura, congelar, o sencillamente eliminar, aquellos embriones que no son compatibles para salvar la vida del bebé enfermo.

 

¿Es que nadie ha explicado a esos padres que esos embriones son auténticos seres vivos fruto de la unión de las cargas genéticas de ellos mismos, igual que lo fue el bebé enfermo al que ahora quieren salvar de la muerte? ¿Se puede justificar de alguna manera que para salvar la vida de un pobre ser inocente enfermo haya que acabar con la vida de otros muchos seres inocentes no sanadores?

 

No nos engañemos, que, por desgracia, eso mismo se produce a diario en nuestro país, cada vez que una madre se somete a una amniocentesis para saber si el hijo que espera (y que cuenta ya con 14 semanas de vida intrauterina) tiene Síndrome de Down o cualquier otra enfermedad genética. Y que cuando obtiene un resultado positivo, decide sin dilación acabar con su vida a través de un aborto "terapéutico" (¿?). Es tan barbaridad una cosa como la otra.

 

Elena Barrios

 

elenabarrios@yahoo.es