Recordemos, que, según la Agencia Tributaria, Díaz Ferrán y Pascual ya han defraudado 100 millones de euros al Fisco. Además, si venden se harían responsables de otros 114 millones de euros presuntamente desviados

En una maniobra típica de la pareja propietaria de Marsans (el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual) el caso Aerolíneas Argentinas vuelve a liarse. El diario El Economista publicaba en su edición del lunes que Marsans estaba dispuesta a retener el control de Aerolíneas Argentinas (ARSA), graciosa concesión al pérfido Gobierno argentino, que les explota. Bueno, los Kirchner son pérfidos, pero en el caso de ARSA tienen toda la razón.

Veamos, lo cierto es que Díaz Ferrán y Pascual se han visto obligados a rectificar a toda velocidad. ¿Por qué razón? Pues porque en la actual SEPI les han recordado que si bajan del 51%, el Estado español deja de hacerse responsable de pasivos ocultos que puedan surgir. Por ejemplo, los 45 millones que adeudan a Amadeus, de otros 45 a Banesto y de 10 en impuestos a provincias argentinas, todos ellos procedentes del tiempo en que la SEPI era propietaria de ARSA. Lo explica muy bien el periódico argentino Ámbito financiero.

En resumen, que no pueden bajar del 51% o la SEPI dirá que no paga. Además, recuerden que si venden consumarían el presunto delito de desvío de fondos públicos (por ahora, según los datos que constan en el Juzgado 35 de Madrid, estaríamos hablando de 114 millones de euros desviados), a lo que hay que añadir los 100 millones de euros que, según la Agencia Tributaria, Marsans defraudó al Fisco español en el caso Aerolíneas.