Sr. Director: 

Judíos ultra-ortodoxos han quemado centenares de copias del Nuevo Testamento en el último acto de violencia contra misioneros cristianos en Tierra Santa.

Uzi Aharon, teniente de alcalde de la ciudad israelí de Or Yehuda, donde se produjeron los hechos, ha declarado que lo denunciable no es la quema del material cristiano sino su distribución entre la población que profesa la religión judía. Además, declaró que los misioneros habían entrado recientemente en un barrio para distribuir centenares de Nuevos Testamentos y diverso material apologético. Or Yehuda es una pequeña ciudad de 34.00 habitantes, que en su mayoría son judíos ortodoxos.

Después de recibir quejas, Aharon se subió a un coche con altavoces y fue por toda la barriada pidiendo a la gente que entregara el material a los jóvenes estudiantes de un colegio religioso judío, quienes iban puerta por puerta recogiendo lo que los cristianos habían repartido. Los libros fueron apilados y quemados cerca de una sinagoga, según reconoció el teniente de alcalde.

El periódico israelí Maariv informó de que en la quema de los libros habían participado cientos de estudiantes del colegio religioso pero Aharon asegura que sólo unos pocos estaban presentes cuando se prendió fuego al material. Tras asegurar que él no estaba presente en ese momento, afirmó que no se quemaron todos los Nuevos Testamentos, pero sí unos cuantos centenares.

Asimismo declaró que lamentaba la quema del material cristiano, pero consideraba un deber quemar todo material que pide a los judíos su conversión al cristianismo. "Ciertamente no denuncio la quema de los libros. Denuncio a aquellos que los distribuyeron", afirmó

Calev Myers, abogado que representa a Judios mesiánicos -judíos que aceptan a Jesús como su Salvador-, pidió que fueran enjuiciados todos aquellos implicados en los hechos. El abogado estima que hay 10.000 judíos mesiánicos, también conocidos como "Judíos por Jesús", en todo Israel. La policía israelita no ha hecho declaración alguna sobre lo ocurrido.

Tanto las autoridades israelitas como los judíos ortodoxos ven con malos ojos la labor de los misioneros cristianos que buscan la conversión de los judíos a Cristo, aunque dicha actividad no es ilegal. Aun así, la mayoría de los israelitas aborrecen la mera idea de quemar libros porque está asociada a la quema de libros judíos por los nazis.

A principios de este año, el hijo adolescente de un destacado misionero cristiano fue seriamente herido cuando explotó en sus manos un paquete bomba dirigido a su familia.

El año pasado un artefacto incendiario quemó totalmente una iglesia usada por judíos mesiánicos. Se sospecha que judíos fundamentalistas estaban detrás del ataque aunque nadie lo reivindicó. La misma iglesia fue quemada hace 25 años por judíos extremistas ultra-ortodoxos.

Manuel Morillo

manuel.morillo@gmail.com