Tan pertinente como espléndido el artículo de Carta de la Bolsa sobre los verdaderos dueños de los dos grandes bancos españoles: BBVA y SCH. Todos sabemos que las grandes multinacionales están en manos de fondos de inversión, pero en el último lustro se han puesto de moda los fondos de inversión colectiva, en su doble versión Fondos de Inversión y fondo de pensiones, que, además, actúan como bancos depositarios. Si ya los fondos tradicionales son opacos, mejor no hablar de los depositarios. Como se pregunta Carta de la Bolsa, ¿quién esta detrás de esos depósitos? Por poder ser, podría ser hasta autocartera utilizada por los presidentes para controlar las entidades.
En cualquier caso, lo que está claro es que hemos pasado del hospedaje de paquetes de control en paraísos fiscales no por razones tributarias, sino de opacidad- al empleo masivo de terceros depositantes. Un manto de silencio ha vuelto a caer sobre la propiedad bancaria utilizando la excusa de la libertad de movimiento de capitales que, se suponía, era un modo de aumentar la transparencia.