Los sindicatos se la juegan. La complicidad -el cariño con el Gobierno- les ha restado fuerza, credibilidad. Una encuesta de El País revela que sólo el 9% de los españoles piensa acudir a la huelga general. Y este domingo en Rodiezmo, los sindicalistas de UGT reclamaron a su secretario general, Cándido Méndez, que no la hicieran. Vamos que hay tanto ambiente de huelga como la que realizaron los sindicatos de funcionarios.
No haberla hecho en caliente, el mismo mes de mayo, haber esperado para que coincidiera con la convocatoria paneuropea para indultar a Zapatero. Todo eso pasa factura. Así no, que dirían los sindicatos. Es verdad que las centrales sindicales trabajan a destajo por el éxito de la convocatoria. Pero no lo tienen fácil. ¿Y ahora? Seguirán trabajando sobre todo para el cierre del transporte. Si el transporte cierra, cierra todo. Es la única manera de sobrevivir. Porque el fracaso de la huelga es su carta de defunción. En la mañana de este lunes han formalizado la convocatoria de huelga general. Pero ha pasado tan desapercibido como el pasado 1 de mayo. Cosas de sindicatos.
Andrés Velázquez
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