La sustituta de Rosa Regás fue nombrada por el sistema "ordeno y mando" Buenas son las intenciones, pero mejores las realidades. El nuevo ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina, señaló que "democratizaría" la gestión cultural de su ministerio dando mayor peso decisor al patronato. Sin embargo, el sustituto de Rosa Regás fue nombrada por ordeno y mando del ministro. El patronato sencillamente se cuadró.

Pues bien, ahora ha presentado un informe de "modernización" de la gestión cultural (más del 3% de nuestro PIB) para que el presidente de la Biblioteca Nacional, del Museo Reina Sofía y de los archivos, propiedad del ministerio, sean nombrados por el patronato. Genial. Pero, ¿no habría sido mejor empezar a predicar con el ejemplo?