Air Comet es una empresa del grupo Marsans, propiedad de Gonzalo Pascual y de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal. La cosa tiene su morbo porque el patrón de patrones resulta ser tener un comportamiento manifiestamente mejorable en sus labores concretas. Según denuncian los trabajadores de Air Comet en Aviación Digital, la compañía paga tarde, mal o nunca y además impide el derecho de sindicación, aunque haya permitido la sección sindical del Sepla en el último minuto.
La empresa alega dificultades financieras no ajenas al conjunto de la industria, pero los trabajadores no entienden por qué sí hay dinero para publicidad, pero no para nóminas. Al final, han alcanzado un acuerdo con los trabajadores de tierra, a los que en todo caso se les adeuda dos nóminas. Pero la estrategia de la compañía parece ser dividir a los trabajadores, porque los pilotos han quedado fuera del acuerdo. Ganan más, dicen. Así que los pilotos han convocado paros para los días 5, 7, 8, 11, 12 y 14 de septiembre.
Mala manera de comenzar el curso y de tratar de recomponer el diálogo social. Los huelguistas saben que Díaz Ferrán no se puede presentar ante los sindicatos con problemas en su casa. Así que tratan de explotar la tensión externa para resolver la interna. Y es que estamos experimentando por vez primera un presidente de la patronal que sea empresario. Una experiencia novedosa que está resultando excesivamente convulsa.