- El Mundo y ABC suben hasta 1,30 euros y el País y el Mundo obligan a comprar sus suplementos femeninos.
- La prensa vegetal agoniza y se preparan nuevos recortes o cierres. No obstante, todos insisten en hacer la guerra por su cuenta.
- Caen lectores y publicidad pero todos quieren salvar la prensa transformándose en medios digitales.
- Al menos dos económicos (Cinco Días y El Economista) se plantean abandonar el papel, mientras Público estudia salir sólo en fin de semana.
- En la patronal AEDE ya sólo se habla de la Red, pero la WWW no cubre costes Los periódicos nacionales compiten por subir los precios.
Es como si la crisis de la prensa, al menos de la prensa nacional, no tuviera fin, como si fuera la crónica de una muerte anunciada. Durante la última reunión de ejecutivos de prensa vegetal en la patronal AEDE, presidida por Antonio Fernández-Galliano ( en la imagen) ya ni se habló de solicitar al Gobierno un plan de ayudas ni de subir los precios de forma sustancial, reducir el número de páginas o recurrir a cualquier otro tipo de estrategia. De hecho, el proyecto de suprimir secciones (por ejemplo, la bolsa) y sustituir las noticias por análisis, todos a una, ha quedado aparcado. De lo único que se habla es de Internet.
Ahora bien, el proceso de transformación de prensa vegetal en digital simplemente es imposible. En la red no son posibles las tarifas publicitarias de la prensa vegetal entre otras cosas porque la competencia es mucho mayor. Y la reconversión de las redacciones de papel necesitarían ir mucho más rápido para equilibrar las cuentas, algo negativo para la calidad del periodismo.
Ahora mismo, dos de los tres diarios económicos (Cinco Días y Expansión) buscan desesperadamente pasar a la WWW y dejar una edición de papel en testimonial. Público, en suspensión de pagos –aunque Jaume Roures y Tatxo Benet no están dispuestos a invertir su capital personal para salvar la empresa, porque ya han perdido en su grupo de prensa noventa millones de euros. Por ello estudian la posibilidad de emitir Público diariamente en la red y convertir la edición en papel en semanal.
El resto de editoras se conforman con unificar redacciones –la vegetal y la digital- pero eso sólo sirve para aumentar el trabajo de los periodistas.
Lo cierto es que Internet no puede soportar los costes de un periódico vegetal y que la transición está resultando desesperadamente lenta, mucho más lenta que el incremento de pérdidas. Y con todo, los diarios nacionales cerraron en pérdidas el ejercicio 2011.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com