Sr. Director:

Ante los que nos quieren vender una memoria histórica falsa y sectaria, recordemos la Carta Colectiva del Episcopado Español, fechada el 1 de julio de 1937, en plena Guerra Civil: "Perdonamos de todo corazón a cuantos, sin saber lo que hacían, han inferido daño gravísimo a la Iglesia y a la Patria. Son hijos nuestros. Invocamos ante Dios y en favor de los mártires".

No había acabado aún la contienda bélica, en la que fueron asesinados más de 100.000 seglares católicos, 13 obispos, casi 7.000 sacerdotes y religiosas, además de 20.000 iglesias y conventos quemados, destrozados o profanados, y la Iglesia ya estaba perdonando a sus atacantes, siguiendo fielmente las enseñanzas de Jesucristo, perdonaron desde el primer momento a quiénes les persiguieron.

Esta verdad histórica ha de ser un orgullo para todos los cristianos. Muchos de aquéllos mártires serán beatificados en Roma el 28 de octubre. Ninguno de ellos perteneció a bando político alguno, ni lucharon en los bandos enfrentados.

Son mártires fieles a Cristo, murieron perdonando, sin renegar de su fe ni de su fidelidad a Cristo.

Juan Francisco Fernández Aguilar

juanfry1967@yahoo.es