Sr. Director:
Cuando se habla de los santos es obvio que se resalten sus virtudes, vividas además en grado heroico. Es un clamor popular la santidad del llamado ya Juan Pablo II Magno. De todos modos, algunos hablan de sus defectos para denigrarle, aunque después resulten no defectos sino virtudes ejemplares. ¿Cuáles son esos defectos?
1. Conservador en la moral. Leyendo su encíclica El esplendor de la verdad se comprende su fidelidad a la ley natural y a la dignidad de la persona humana, en relación con la sexualidad. Su doctrina sobre la Teología del cuerpo coloca el debate sobre la moralidad sexual no en lo que está o no prohibido hacer sino en lo que esté conforme con la dignidad de la persona.
2. El coste enorme de tantos viajes apostólicos. Preguntó un periodista: Santidad ¿Sabe cuánto cuestan los viajes papales? Y usted, respondió el Papa, ¿sabe cuánto vale un alma?
3. Se ha excedido en el perdón. La petición de perdón por las ofensas pasadas a ortodoxos, judíos, luteranos y demás Comunidades e Instituciones y personas, que hizo Juan Pablo II en nombre de la Iglesia, fue considerada por muchos como una debilidad meaculpista del Papa. Y si pensamos además en el perdón a Alí Agca, el hombre que intentó asesinarle en 1981, la magnanimidad del Papa se acrecienta mucho más.
4. Una piedad mariana que raya en la Mariolatría. Su amor a la Virgen María (Totus tuus, soy todo tuyo, su lema papal) nada tiene que ver con la adoración sino con una gran veneración con la que es Madre de Dios y también por designio divino Madre de todos los hombres, especialmente de los cristianos.
Todos estos defectos tienen una relación directísima con el Amor a Dios y a los demás, por eso mismo se convierten, respectivamente, en virtudes de: fidelidad, caridad, generosidad y piedad.
Rafael Campoamor
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