Sr. Director:
Dicen que la idea de volver a dotar de una letra al himno nacional partió de los deportistas. Competían entre selecciones y veían que sus adversarios daban señales inequívocas de estar entonando un texto.
Cuentan que a veces les gastaban bromas: "¿Es que no conocéis el texto, que no se os ve moviendo los labios?". Y reconocían que actualmente es una marcha para ser interpretada por una banda de música, pues carece de una letra oficial. Si es verdad que una letra vibrante permite competir con mayores ánimos y energías, los seleccionados españoles salen con desventaja.Pero hay otra versión. Que no fueron los deportistas, los autores de la idea, sino el mismísimo presidente actual del Gobierno el que la propuso entre sus colaboradores mas íntimos. Ya que le hacía ilusión que la historia se acordara de él cuando niños y mayores en los grandes acontecimientos la cantara, incluso, con la mano en el pecho. Será una versión o será la otra, pero el caso es que recientemente se ha cerrado el plazo para la presentación de las letras que compiten.
Creo que no hacía falta ya que la última la puso el poeta José María Pemán y era tan cursi que los políticos de la transición reclamaron los versos, los encerraron en una caja fuerte y tiraron las llaves al mar. Pero los recordamos los que tuvimos que cantarla un par de veces al día, una al entrar y otra al salir del colegio, decía: "¡Triunfa España! Los yunques y las ruedas cantan al compás del himno de la fe. Juntos con ellos cantemos de pie la vida nueva y fuerte del trabajo y paz...".
Francisco Lorenzo
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