El pensamiento Ramírez -de Pedro J. Ramírez, director de el diario El Mundo- (en la imagen) ha renovado el mundo intelectual. Como muestra, dos botones, en la misma edición -miércoles 21-. En primer lugar, el escándalo de las elecciones catalanes: si la familia Pujol y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tienen cuentas bancarias en Suiza a la que habrían desviado fondos productos de la corrupción política, se supone que comisiones por concesiones.
Ahora bien, según El Mundo, la policía tiene sospechas del perverso comportamiento de los Pujol y del actual presidente. Curiosamente, el periódico catalán La Vanguardia, pro-CIU, asegura que Interior no encuentra el famoso informe sobre las andanzas de los líderes convergentes. Pero El Mundo, en cualquier caso, habla de "sospechas" de la policía. Oiga, yo sospecho de todo el mundo, especialmente de los políticos, y no me gusta nada la locura secesionista de Artur Mas. Ahora bien, cinco días antes de las elecciones no parece correcto acusar de corrupción a alguien según un no reconocido informe, o un conjunto de no reconocidos informes, que "sospechan" de la dolosa conducta de Mas. Si no tienen más que sospechas no puede afirmarse nada en un titular.
Y lo más gracioso: El Mundo alega que Artur Más y los Pujol, en adelante los acusados, no han demostrado que las sospechas sobre su conducta sean falsas. Y claro, esto resulta inaceptable. Uno diría que debería ser El Mundo, o la Fiscalía, quien demostrara las acusaciones. Pero el pensamento pedrojotiense resulta mucho más vanguardista que todo eso. Que el acusado demuestra su inocencia.
Segunda información, acerca del nuevo libro de Benedicto XVI sobre la infancia de Jesús. La corresponsal, Irene Hernández Velasco, titula de la siguiente guisa: "Sin mula ni buey en el Belén".
Me ha impactado mucho. De hecho, en estos momentos estoy pensando en hacerme budista. Mis esencias cristianas se tambalean si no había mula ni buey en el portal.
¿Y dice eso Benedicto XVI? Claro: las grandes manipulaciones no se enraízan en una falsedad sino en una certeza, a ser posible comprobable. Claro que el Evangelio no menciona a la mula ni al buey, como tampoco menciona el manzano del paraíso (como decía Chesterton, "el desagradable incidente de la manzana"). Es más, el Génesis habla del "árbol de la ciencia del bien y del mal" para dejar claro que no es una especie botánica sino el primer acto de libertad existente en la única especie racional y libre que existe: el hombre.
En definitiva, a través de un hecho cierto, convenientemente sacado de contexto, doña Irene falsea todo el texto de Benedicto XVI, cuyo objetivo era justamente el opuesto: demostrar, y lo demuestra, que el Evangelio no relata leyendas sino hechos ciertos.
Esto es el pensamiento Pedro J. Ramírez: un prodigio de manipulación de los hechos, sea para poner en la picota a CIU o a la Iglesia. Muy propio del periódico cuya ideología es el progresismo de derechas: cristófobo y centralista.
Posdata: no, no soy secesionista catalán. Es más, ya he dejado claro que a mí, por español, nadie me arrebata mi Cataluña, tan mía como del nacido en Hospitalet. Pero eso no importa ahora: lo que importa es que no se puede perseguir a la gente manipulando verdades para forjar enormes mentiras. El Mundo se ha convertido en la viva imagen del pensamiento moderno: mucho rigor y poca verdad.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com