- El Ejecutivo deja el SMI en los 641 euros.
- Sindicatos y empresarios también acuerdan la cuasi-congelación salarial hasta el 2014.
- No es suficiente con la reducción de salarios a directivos públicos o de entidades financieras rescatadas.
- La dignidad de los trabajadores exige subidas salariales.
Recientemente explicamos que el Gobierno ha aprobado que los presidentes, consejeros delegados y directores generales de entidades que hayan recibido ayudas del FROB verán reducida su retribución fija un 65% de media, y no podrán superar los 600.000 euros anuales. Además, para los directivos de las entidades intervenidas su remuneración anual no podrá superar los 300.000 euros, variables incluidas. Y eso también está muy bien, pues se trata de entidades que han sido rescatadas con dinero de todos y sus directivos no pueden tener sueldos escandalosos por gestiones más que dudosas.
Por su parte, El País informaba también hoy de que las rentas de las empresas rebasan por primera vez las de los asalariados en España. El excedente empresarial llega al 46,2% del PIB y la parte de los trabajadores se queda en el 46%. Es decir, que las rentas de los asalariados pierden peso en el reparto de la riqueza, mientras que los excedentes empresariales ganan protagonismo.
Y resulta que el Gobierno decidió en diciembre de 2011 congelar en 2012 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 641,4 euros al mes. Es la primera vez desde su creación en el año 1970 que el SMI no registra un incremento de su importe.
Y como se recordará también, en enero de este año, la CEOE y los sindicatos acordaron moderación salarial hasta el 2014 y, en concreto, una subida salarial del 0,5% en 2012 y del 0,6% para 2013 y 2014; o lo que es lo mismo, cuasi-congelación.
Todo ello quiere decir lo siguiente: está muy bien que el Gobierno reduzca y limite el sueldo de los directivos de entidades financieras ayudadas con dinero público y las de los directivos de empresas y sociedades dependientes del Estado. Pero lo que no está bien es que congele el salario Mínimo Interprofesional en esos míseros 641 euros -que sirve para referenciar muchos sueldos- ni que sindicatos y empresarios lo apoyen con su acuerdo mientras, como hoy ha puesto de manifiesto El País, las empresas disponen de más rentas y los asalariados de menos.
Eso atenta contra la dignidad de los trabajadores. Algo que en Hispanidad defendemos por justicia social. Por cierto, es lo que defiende la Doctrina Social de la Iglesia en la encíclica Rerum Novarum: el mercado no puede ser quien marque el salario del trabajador. El capitalismo salvaje hiere los derechos de los trabajadores, que tienen derecho a un salario digno, por mucho que la Merkel, la OCDE, el FMI o la FIFA digan lo contrario.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com