• El sector amenaza al ministro Soria: no aceptarán una quita en la deuda del Estado para reducir el déficit.
  • Y la "Triple A" amenaza con judicializar el sector si se decreta la moratoria en termosolar.
  • La solución pasa por amortizar las centrales de termosolar, pero eso puede costar mucho dinero.
  • Y nadie se atreve a meterle mano al carbón: 1.500 millones de euros anuales.
  • Mientras, el déficit crece y cerrará el 2011 en más de 23.000 millones de euros.

 

Todavía no se sabe qué va a hacer el ministro de Industria y Energía José Manuel Soria con el déficit de tarifa eléctrico, pero por si acaso, la patronal eléctrica UNESA ya le ha advertido que no es negociable. Con un Gobierno que se niega a desarrollar las titulizaciones de déficit pendientes, las eléctricas ya advierten que no aceptarán la 'quita' de la que se empieza a hablar en la Oficina Económica de Moncloa, que lidera Álvaro Nadal.

Por cierto, si quieren que inviertan en distribución, las eléctricas ya han recordado al Gobierno que tendrá que remunerarlo adecuadamente, no como ahora.

En el entretanto, al otro lado de la trinchera, la triple A,- Abengoa, ACS y Acciona- amenaza con llevar a los tribunales al Gobierno si insiste en la moratoria sobre energía termo solar, la más cara y en breve la más subvencionada con fondos públicos. El secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, propone una moratoria, dado que sobra energía por la caída de la demanda. Toda aquella planta que se puede parar se pararía. Lo malo es que eso conllevaría que el Estado pagara la inversión realizada, pero eso puede significar mucho dinero -se están haciendo los cálculos- aunque siempre será mucho menos que el de seguir con la construcción de nuevas centrales y luego primar su producción.

De postre, nadie se atreve a meterle mano a las subvenciones del carbón (subvencionamos la energía más limpia y la más sucia -todo a un tiempo- que sale por 1.500 millones de euros al año). Asturias y Castilla-León pondrían el grito en el cielo.

Para que no falte de nada, terminaremos el año con un déficit de tarifa por encima de los 23.000 millones de euros y la CNE advierte que si se quiere solucionar el problema con cargo a la tarifa, el precio de la luz deberá subir un 30%.

Tampoco ayuda mucho que sus miembros consideren que Eduardo Montes, presidente de UNESA, es el interlocutor adecuado con la Administración. Su cercanía al PP era cercanía a Aznar, no a Rajoy. Y tampoco gusta, a nadie, el nuevo director general de Energía, Jaime Suárez Perez-Lucas, nombrado el pasado viernes por el Consejo de Ministros: un buen técnico, sí, pero esta no es la cuestión -al menos, no sólo- de conocimientos sino del liderazgo.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com