La noticia buena de la pérdida de Madrid 2012 es que los precios de la vivienda no se dispararán aún más en la capital de España. No obstante, el gran perdedor es Alberto Ruiz-Gallardón, que contaba con su triunfo olímpico como plataforma para su futuro político. Un futuro que pasa por su Tercera Vía, y cuyo socio en tan magna empresa es, o era, el actual ministro de Defensa, José Bono. Una tercera vía progresista y españolista, mitad por mitad entre el PSOE y el PP.

Bono y Gallardón consideran que ese es el verdadero centro reformismo y que es ahí donde residirá la mayoría electoral durante la próxima década. Claro que ahora, el alcalde de Madrid no tiene nada que ofrecer a Bono.

Gallardón quería repetir la trayectoria de Pasqual Maragall, que se lanzó al proscenio político gracias a su éxito en la organización de Barcelona 92.