Las viviendas no desgravarán a partir del 31 de diciembre de este año tras una decisión del Gobierno que pretendía frenar la ya mermada burbuja inmobiliaria y fomentar el alquiler. El efecto han sido ocho meses seguidos de aumento en las operaciones de compraventa. El último dato es el de agosto, que arroja un incremento del 29,6% con respecto al mismo mes del año 2009, según el Instituto Nacional de Estadística.
El 53,2% de las operaciones se realizó sobre viviendas nuevas y el 46,8% sobre inmuebles de segunda mano. No sólo eso, sino que se intensifica la compraventa si se compara con los meses anteriores. En los ocho primeros meses del año se acumula un aumento del 13,8% respecto al mismo periodo de 2009.
Lo que podría venderse como una recuperación del mercado debe acogerse con prudencia. La prueba del algodón llegará en enero. Recordemos que con los automóviles los compradores adelantaron sus operaciones antes de que se acabaran las ayudas gubernamentales. Un mes después las ventas caían en picado y aún hoy continúan haciéndolo. En cualquier caso, se necesitan más de dos meses para acabar de consumir el stock de viviendas.
Mariano Tomás
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