Tras dos legislaturas, un diputado tiene derecho a percibir la pensión máxima.
En medio del debate sobre la reforma de las pensiones en España, vuelve a surgir el tema de los sueldos y las pensiones de los políticos. Además, a esta discusión se suman las noticias de semanas anteriores sobre los sueldos que van a cobrar los ex presidentes González y Aznar por ser consejero y asesor, respectivamente, de Gas Natural y Endesa. El primero recibirá 120.000 euros anuales mientras el segundo cobrará 200.000. Lo curioso es que en ninguno de los dos casos esa contratación es óbice para que sigan recibiendo su sueldo vitalicio como expresidentes del Gobierno.
El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró que el Ejecutivo no se plantea ningún cambio en estas remuneraciones. A su juicio, los expresidentes de la democracia española son muy pocos y deben tener un estatus.
Hace unos días Hispanidad publicó una carta que circula por Internet en la que se ofrecen cifras sobre sueldos y privilegios con los que cuentan los políticos españoles, por lo que la postura del mano derecha de Aznar en FAES, Jaime García-Legaz, es meritoria, aunque esperemos que no quede en palabras vacías (y que no se lleve una reprimenda por parte del expresidente), teniendo en cuenta que la diputada Rosa Díez ha presentado en el Congreso y el Senado una propuesta para acabar con los privilegios de los parlamentarios españoles en materia de pensiones, y que nadie secundó esa idea. Y no hay nada más que leer los motivos que el Letrado de las Cortes Generales ha expuesto para rechazar la propuesta, para entender que posiblemente no va a cambiar nada y que, la poca confianza de los ciudadanos en los políticos, es comprensible. Sólo hay que recordar que un diputado, por el hecho de ocupar su escaño durante dos legislaturas, ya tiene derecho a percibir la pensión máxima, mientras que el resto de españolitos necesita 35 años de trabajo.
Y mientras tanto, los políticos seguirán discutiendo sobre temas que afectan a los españoles como pensiones, salarios mínimos y lo que sea, pero ellos no se sentirán parte afectada de esas discusiones. Ellos son seres aparte. Volvemos a la idea de que todos somos iguales, pero unos más que otros.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com