Nada menos que don Olaf Storbeck, de Breakingviews. Ojo al dato. Le pide a Angela Merkel que se endeude, que ya está bien de esa mentalidad cutre de ama de casa. Y es que el inefable ministro de Finanzas alemán, káiser de las europeas, Schäuble (en la imagen), ha decidido que el presupuesto de 2015 será el primero en déficit plano y 'sin deuda' añadida. O sea, no gastar más de lo que se ingresa. Ni 3% ni créditos de ningún tipo, es decir sin emisiones de títulos públicos.
Y el autor se escandaliza. Pero ¿cómo es posible tanto fanatismo, doña Angela Esto no puede ser. ¿Qué va a ser de don Mercado financiero si usted no emite deudas Además, don mercado argumenta: si tiene una inflación al 1,8% puede emitir al 1,6% y el endeudamiento le sale gratis.
Esta es, en efecto la forma, pelín excéntrica, en la que piensan, o no piensan los financieros. Si la inflación supera al tipo, usted gana dinero endeudándose. Sólo tiene un problema. Es falso: nadie gana dinero endeudándose. La gente paga más de lo que recibe, es decir, deuda es igual a pérdida. Asegurar que ganas cuando te endeudas por debajo de la inflación puede figurar en todos los manuales de economía, pero sigue siendo una chorrada propia del que vendió el coche para comprar la gasolina.Mire usted: uno no se endeuda para ganar ni para perder, se endeuda cuando no puede evitarlo y sólo entonces. La primera ley económica no es la posesión sino la supervivencia: es decir cubrir las necesidades básicas para poder seguir viviendo, dado que el objetivo del ser racional es mantenerse en la existencia -a ser posible para siempre-, es el ser, no el poseer.
Pero Olaf insiste y persiste. Ahora se nos pone filántropo: ¿pero no ve usted, doña Merkel que si se endeuda podría arreglar sus carreteras, que están muy deterioradas, mejorar su educación, que va de mal en peor, sus universidades, que no compiten adecuadamente con las universidades gringas ¿No ve que si se endeuda con don Mercado sembrará paz y felicidad por doquier
Y si al final, para pagar esas deudas con las que ha repartido tantos bienes, necesita endeudarse más, no se preocupe: ¿para eso estamos don Mercado, de apellido financiero
Por cierto, el caso alemán es una excepción porque es lo habitual en todo Occidente. La señal inequívoca de nuestra decadencia, consiste en una emisión, permanente y acelerada de deuda, no para construir preciosas escuelas para los niños pobres, sino para pagar los intereses de la deuda anterior, hasta configurar un círculo vicioso, un universo esclavo de sus deudas, que camina directamente hacia el abismo. Y ya sabe que la única forma de satisfacer una deuda impagable es la violencia. En este caso, mucho me temo que puede ser violencia global o el fin de la civilización occidental.
Dejémonos de historias. En este odio a la deuda, los alemanes, por una vez y sin que sirva de precedente, tienen toda la razón. El ama de casa de Suavia, o de Valdefarrucos, es el mejor ministro de economía. El único con sentido común: se trata de no gastar más de lo que se tiene, según la sentencia de Copperfield: el secreto de la felicidad consiste en ganar 20 peniques y gastar 19; el secreto de la tragedia consiste en ganar 20 chelines y agotar 21. ¿Lo entiendes Olaf
Eulogio López
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