No olvide usted que es una decisión política. Esta es la frase del todopoderoso ministro de Industria, José Montilla, el más poderoso y el más independiente de todos los ministros. Lo que quiere decir Montilla es que si se toma una decisión política son los técnicos quienes deben buscar los medios para ponerlos en práctica. De otra forma, ¿para qué están los técnicos? Para Montilla, lo único claro es que la sede de la compañía debería estar en Barcelona.
Ahora bien, la fusión es compleja. Por una parte, por el entramado accionarial de Caixa-Repsol-Gas Natural. La Caixa es accionista de la petrolera y de la gasera. A su vez, Repsol YPF participa en GN. Por último, La Caixa controla, en compañía del grupo Suez, Aguas de Barcelona, al tiempo que posee un 5% de Endesa.
Pero es que, además, está el problema de la capitalización. Con cifras al cierre de la Bolsa del miércoles 2, Repsol valía 24.087 millones de euros, Endesa 18.168 millones. GN 10.187 millones y Agbar 2.398 millones. Juntos, sumarían un valor bursátil de 54.840 millones de euros. Ahora bien, Telefónica se ha disparado en Bolsa durante el último año (cuando volvió a ofrecer dividendo) por lo que vale 69.482 millones de euros, mientras el SCH también superaría a la nueva megaempresa, con sus 57.164 millones de euros. El BBVA se quedaría por debajo, en cuarto lugar, con 44.488 millones de euros de capitalización. No, la operación no es fácil, aunque hay que tener en cuenta que si se trata de una decisión política, todo es posible.