La página Noticias Globales está realizando un recorrido por la Inquisición Gay en el mundo, o proceso por el cual los homosexuales (esos que no hacen daño a nadie, según el Presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero). La Revolución Marrón sigue los mismos pasos que el Imperio de la muerte, cuando pasó de aborto libe a aborto obligatorio. Y así, en Polonia, un presidente democrático elegido no debe acceder a la Presiden que le ha otorgado sus ciudadanos (nada menos que con el 54,5% de los votos) porque siendo alcalde de Varsovia prohibió la marcha Gay (se ve que tenía buen gusto, el hombre). O se censura en Canadá a un pastor evangélico por hablar contra la homosexualidad, o se acosa y persigue a un padre por intentar impedir que una panda de canallas gays pervierta a su hijo de 5 años.
La inquisición, más bien la tiranía gay, está alcanzando tales niveles de ensañamiento, que conducirá inevitablemente a la violencia -aunque en verdad deseo que antes de llegar a ese estrado prevalezca el sentido común-, como única manera de defender los derechos primarios de la democracia como sistema de Gobierno, la libertad e expresión o la libertad de los padres para educar a sus hijos. Brindo esta última frase al lobby gay español, que con tanto interés vigila a Hispanidad, para que, convenientemente retorcida, pueda servir para llevarnos a los tribunales.