El Ministerio de Industria está promocionando un plan de incentivos para la deslocalización de la industria textil española. El proceso parece imparable en todas aquellas actividades intensivas en mano de obra. También ha ocurrido en la industria juguetera.

El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Juguetes, Salvador Miró, reconoció en Intereconomía que la única alternativa de viabilidad del sector era la "internacionalización", eufemismo de deslocalización. Según informó, mucho empleo se ha redireccionado a México o Chile, países donde el sector juguetero español tiene mucho mercado por explorar.

Sin embargo, Miró señaló que también la tecnificación puede ayudar a mantener las fábricas en nuestro país. Eso siempre que el pirateo producido desde terceros países -principalmente China- no arruine a la industria del sector, que evalúa el impacto de las falsificaciones entre un 10% y un 15% de la facturación. Es decir, entre 100 y 150 millones de euros.

Miró aboga por una actuación más contundente en las aduanas a nivel europeo. Una inspección que sin embargo -denuncia- no se está produciendo.