Sr. Director:
Dentro del así llamado periodismo de investigación, Antena 3 la noche del jueves 16 emitió un interesante reportaje titulado En el nombre del padre, en el que intentaba mostrar cómo piensan y actúan algunos miembros de la iglesia vasca respecto al conflicto del terrorismo de ETA
No se puede restar mérito y valor a los periodistas camuflados, que realizaron con indudable tesón este comprometido reportaje y lograron entrevistar a figuras relevantes del clero vasco, como el obispo Setién, el arcipreste Treviño, el jesuita Txema Azurmendi, Joseba Goñi, el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, Fernando Cortázar, Jaime Larrinaga, Beristain etc.
Al oír sus declaraciones, con sus luces y sombras, sobre el avispero vasco, deduzco como sacerdote comprometido con mi fe y convicciones cristianas, dentro de la única Iglesia de Jesucristo, presidida por el Papa, algunas reflexiones, que hago públicas:
-El único, infalible e inapelable juez de las conciencias y conductas de todos los hombres-sin excluir a nadie- es Dios. La autoridad humana legítima, puede y debe juzgar las acciones contra la Ley justa, aunque no es infalible.
- Tengo absolutamente claro que la Ley divina del 5º mandamiento, nunca se ha derogado. Ha estado, está y estará en vigencia para siempre, para todos y en toda circunstancia. Su trasgresión implica gravísima responsabilidad.
- Un principio de moral cristiana inamovible, es el de que el fin NO justifica los medios.
-El anteponer opciones políticas, nacionalistas, partidistas o personales al imperativo ético o moral del No matarás, es un pecado muy grave a los ojos de Dios.
-Quien no condena sin tapujos la muerte violenta-asesinato- de un ser humano, realizado por un fin político, se hace cómplice del mismo y va contra su condición de cristiano. En el terrorismo .siempre hay que estar del lado de las víctimas.
-Todos los muertos en un conflicto como el vasco, tienen derecho a que se celebre la misa por ellos indistintamente .A ningún bautizado se le puede negar este derecho- Cristo murió por todos sin distinción-.Esto es la misa y ningún sacerdote puede negarse a celebrarla.
- Es falso de toda falsedad y a su vez injusto, el atribuir SILENCIO A LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. Sería acusarles injustamente de complicidad. Ahí están, para el que quiera leerlos, decenas de documentos oficiales condenando el terrorismo, emanados de la CEE.
Miguel Rivilla San Martín
miriv@arrakis.es