Una imagen vale más que mil palabras y una comparecencia pública vale más que mil imágenes. La comparecencia pública ante los medios informativos de la tarde-noche del jueves protagonizada al alimón entre el presidente del Gobierno argentino, Néstor Kirchner y su homólogo español, Jose Luis Rodríguez Zapatero celebrada en el Palacio de la Moncloa, representa todo un ensayo político. Ambos estadistas parecen clónicos y su hoja de ruta está sacada del Nuevo Orden Mundial. Ambos son extremadamente populistas y a ambos les encanta no responder a preguntas incómodas.
Así Presidencia del Gobierno convocó a más de setenta periodistas para seguir el acto. Tan egregia conferencia de prensa consistió en lo siguiente: Zapatero y Kirchner rivalizaron en alabanzas mutuas. La mermelada caía por los atriles desde los que hablaban los líderes. A continuación, con las preguntas de la canallesca llegaría el momento de la verdad pensaban los presentes.
Entonces sucedió aquello, los portavoces de ambos gobiernos, Núñez por Argentina, Moraleda por España cogieron los micrófonos y otorgaron las preguntas a los periodistas que les vino en gana. No muchas, no. Para ser exactos, dos a periodistas argentinos y otras dos a periodistas españoles. Moraleda eligió a Televisión Española (TVE1) y a Radio Nacional de España (RNE), Núñez eligió al canal de Televisión América, propiedad de Eduardo Eurnekian, el peligroso empresario próximo a la Casa Rosada y al periódico gubernamental Clarín. Ni qué decir tiene que las preguntas fueron durísimas. Y eso que Zapatero recibía a un político que le ha tomado el pelo al Tesoro público español y que no hace otra cosa que perjudicar los intereses españoles en Argentina. Y si no que se los pregunten a Aguas de Barcelona (AGBAR).
Y sin vergüenza oiga, sin vergüenza. De hecho Néstor Kirchner no dudó al acabar la cortísima sesión de preguntas en saludar efusivamente y cuchichear con Mónica Gutiérrez, la representante de canal América.
¿Qué vieron los espectadores españoles y argentinos de todo este paripé? Pues las solemnes repuestas a las preguntas pagadas que los manipuladores de Kirchner y Zapatero habían puesto en escena, por si alguien no lo recuerda estamos hablando de la llamada de Zapatero a la tranquilidad y sosiego en las negociaciones con la banda terrorista ETA. Ahora entendemos en que consiste el periodismo de cámara.